martes, 8 de mayo de 2007

La Fe de María y el Legionario


El espíritu de la Legión de Maria es el de Maria misma. Ganaremos siempre algo reflejando esta declaración del Manual no importa si lo hacemos a menudo. El retrato de un buen legionario será siempre en cierto grado el retrato de Maria. En primer lugar vemos en un retrato el carácter de Maria en los evangelios, un retrato dibujado por el mismo Espíritu Santo Y qué expresa el evangelio de Maria, su fe: “Bendita tu que has creído.” La fe es el acto fundamental de la existencia de Maria. Define toda su vida interior y se manifiesta en cada detalle de su vida exterior.La Providencia es la llave de todo momento de su existencia, en los grandes y en los pequeños momentos. Y de manera particular el Manual dice: “…anhela la Legión imitar su profunda humildad, y sobre todo, su fe: esa virtud que en Ella, llegó hasta su más alto grado, a una sublimidad sin par.” Y es una cosa que cada uno de nosotros debe pedir a diario: “Concédenos Señor a quienes servimos bajo el estandarte de Maria, la plenitud de fe en ti y confianza en ella, a quienes se ha concedido la conquista del mundo.” ¿Pero cuál es tu fe cristiana? Es el regalo de una relación habitual con Cristo Jesús que aceptamos como el Hijo eterno de Dios y el Hijo de Maria. Como base de este regalo aceptamos todo lo que dice Jesús, en una actitud de confianza total en Nuestro Señor. Es el fundamento de toda nuestra existencia personal. Esto funciona en medio de las cruces afanes y desengaños de la vida. Miramos a Maria y su fe la hizo la Madre del Dios. Ella creyó que el niño en su vientre era el Hijo Eterno de Dios. Ella creyó que su hijo maltratado por la crucifixión y muerte seguía siendo el Hijo Eterno de Dios. El legionario refleja constantemente en el fíat de Maria a su maternidad de Dios en la Anunciación y en su fíat, a la maternidad de cada uno de nosotros dados a ella como hijos en la cruz. Ambos fiat son manifestaciones de una profunda fe en Dios. Su vida entera es un “sí” a la Providencia y a los planes de Dios. Este espíritu de Maria debe ser el espíritu de su Legión. La aceptación de la fe determina todo en la vida del legionario.Podemos ver cómo es importante la fe para la contemplación en nuestras vidas. La oración es una acción refleja de la fe. La fe es la presencia del amor de Dios que nos permite estar en conversación con Él, adorarle, agradecerle y poner todas nuestras necesidades espirituales y materiales ante Él, o simplemente para reclinarnos ante su presencia. La relación entre fe y oración es un tema importante de reflexión. Pero ahora deseo brevemente detenerme en el vínculo entre la fe y nuestro apostolado en la Legión. En su libro “Victoria a través de Maria” nuestro fundador tiene algunas reflexiones maravillosas sobre el poder y el efecto sobrenatural de la fe. Una verdadera y ardiente fe nos llama a la unidad con la omnipotencia de Dios. Absolutamente nada es imposible a Dios. Ésa es la buena noticia dada a Maria en la Anunciación y ella la comparte con cada buen legionario. Pero necesitamos una fe verdadera justo al emprender una genuina acción apostólica y no solo un sentimiento piadoso. Citamos al mismo hermano Duff: “La palabra, “imposible” es válida solamente en una relación humana. Con Dios no existe la palabra imposible. Y para nosotros, las cosas serán del rango de lo imposible a lo posible exactamente en la medida que alistamos la gracia de Dios en nuestro servicio. Si nosotros podemos llamar la plenitud de la gracia, todas las cosas cualesquiera que sean estarán a nuestro alcance. No hay problema que no podamos solucionar, ni persona que no podamos convertir, ni comunidad que no podamos ganar a la fe. Todo lo podemos lograr si invitamos a Dios Omnipotente en nuestra ayuda.” Tenemos que hacernos con frecuencia la pregunta: Limitamos nuestro apostolado solamente a lo que podemos considerar con nuestra propia razón o ¿creemos de verdad en la gracia y omnipotencia de Dios? Déjame acabar con una cita más: si deseas la fe verdadera, fe, no significa un sentimiento vacío, sino una acción. Significa definitivamente ver a Dios en acción en las almas y en todo lo demás; luego persiguiendo estos fines con absoluta determinación y con completo olvido de si mismo de sus propios intereses y de su propia seguridad esta preparado, aunque los propios intereses desaparezcan.Puedes decir que este concepto es muy extremo; ¿Esto significa literalmente que uno debe estar preparado a dar la vida, por los intereses de Dios o la perderá y la arruinará en la búsqueda de si mismo? Mi respuesta es que si. Es verdad que un grado menos noble de fe nos salvará. Pero no va a mover montañas ni en lo difícil y en lo imposible no llamará libremente a la Omnipotencia de Dios. 'Aquí pienso que estamos tocando en el nervio más profundo de la espiritualidad del legionario. Debemos cada uno de nosotros orar con más fervor por la fe descrita en las oraciones finales de la Tessera.

No hay comentarios: