lunes, 16 de agosto de 2010

Congreso Legionario de la Region Sur del Peru



Se realizara el Domingo 24 de octubre del presente año en la Parroquia Nuestra Señora de Chapi - Miraflores este II Congreso será a nivel Región Sur donde existe Legión de María que comprende: Puno (Juli, Acora y Ayaviri) Tacna, Moquegua( Ilo) Arequipa y sus Provincias ( Mollendo, Chivay, Camana, Corire y Aplao).

Este Congreso tiene el siguiente programa:


Lema:

“Legionario hazte esclavo de la esclava de tu Señor y con ella vamos ala nueva evangelizacion”

PROGRAMA

7:30 a.m. Recepción, entrega de solapines, animación.



8:45 a.m. Oraciones Iniciales de la Tessera y el santo Rosario.

Bienvenida
Inauguración del Congreso a cargo de la Hna Sonia Huaquipaco de Alca

Himno del Congreso


9:00 a.m. PRIMERA PONENCIA: “Lectio Divina” R. P. Manuel de Jesús Celestino Reyes. Rector del seminario de San jeronimo llevar la Biblia


9:45 a.m. Taller

10:15 a.m. SEGUNDA PONENCIA: “el apostolado en la Familia” Kharla Zúñiga Oficina Provida Arzobispado Arequipa

11:00 a.m. Taller


12:00 m Ángelus y Catena Legionis


1:00 p.m. Almuerzo de Confraernidad


2:00 p.m. TERCERA PONENCIA: “La Misión Continental” R. P. Nelson Marroquin Pantigozo Director Espiritual de Regia del sur de la Legionde Maria Y Parroco de la Parroquia Nuestra Señora de Chapi - Miraflores

2:45 p.m. Taller


3:15 p.m. Plenario


4:00 p.m. celebracion Eucaristica

oraciones Finales de la tessera

Himno Legionario




El primer congreso de la Legión lo celebró la curia de Clare, Irlanda, el domingo de Resurrección del año 1939. Su feliz resultado animó a otros, como suele suceder con los éxitos, y ahora el congreso está profundamente arraigado en la vida de la Legión. Un congreso no debe rebasar los límites de un comitium o de una curia. Asambleas de mayores vuelos no obedecerían al concepto primitivo de un congreso, ni producirían los frutos deseados. Por lo tanto, si esas asambleas se celebran, no hay que darles el nombre de congreso, ni se les puede tomar como sustitutos del mismo. Pero esto no quiere decir que no se pueda invitar al congreso a personas de otras zonas. El Concilium ha dispuesto que ningún consejo celebre un congreso con mayor frecuencia que cada dos años. Se le debe dedicar un día entero. Si se pudiera celebrar en una casa religiosa, quedarían resueltos muchos problemas. A ser posible, los actos comenzarán con la misa, a la cual sigue una breve plática del director espiritual u otro sacerdote, y terminarán con la Bendición. La jornada se subdivide en sesiones, cada sesión con uno o varios temas. Alguien expone brevemente el tema, que tendrá preparado de antemano, pero todos han de tomar alguna parte en las discusiones. Esta participación común constituye la vida misma del congreso. Una vez más insistimos en que no hablen demasiado los oficiales que presiden, ni intervengan constantemente en las discusiones. Los congresos, lo mismo que las juntas de los consejos, han de seguir el método parlamentario: participación común dirigida desde la presidencia. Algunos presidentes muestran cierta tendencia a comentar lo que dicen los demás. Esto repugna a la idea del congreso, y no debe tolerarse. Sería de desear que estuvieran en el congreso algunos representantes de un consejo administrativo superior, los cuales podrían desempeñar algunos de los oficios más importantes, como presidir, iniciar las discusiones, etc. Hay que evitar el afán de buscar efectos retóricos, porque crearían un ambiente artificial, y no es ése el ambiente de la Legión; y en tal ambiente nadie se sentirá inspirado, ni se resolverá ningún problema. Unas veces se organizará el congreso para todos los legionarios; otras, sólo para los oficiales de los praesidia. En el primer caso, y en la primera sesión, se podría distribuir a los legionarios en varios equipos de trabajo según los cargos que ocupan, formando los no oficiales otro grupo separado; así se someterían a estudio los deberes y las necesidades particulares de cada grupo. También podrían agruparse los legionarios según las obras a que se dedican. Pero el distribuir los grupos de una u otra manera en la sesión inaugural es libre, y, en todo caso, en las sesiones siguientes no han de dividirse. Sería ilógico reunir a los socios para después mantenerlos separados la mayor parte del tiempo del congreso. Y no hay que olvidar que los oficiales tienen deberes más amplios que las funciones que normalmente corresponden a sus cargos; por ejemplo: un secretario, que de ordinario se contenta con escribir las actas, será un oficial muy deficiente, si no llega a traspasar tan limitados horizontes. Como todos los oficiales son miembros de la curia, en su reunión deben estudiar los métodos de perfeccionar la vida de la curia, en todo lo que se refiere a las juntas y a la administración en general. Un congreso no debe reducirse a una junta de curia que sólo se preocupa de temas administrativos y cuestiones de detalle; al contrario, debe aplicarse a cosas fundamentales. Pero, normalmente, todo lo que se aprende en el congreso lo tiene que poner en práctica la curia. Los temas deben girar sobre los principios básicos de la Legión; más o menos, los siguientes: a) La espiritualidad de la Legión. No se comprende la Legión mientras los socios no se compenetren -a la medida de sus alcances- de las múltiples facetas de la espiritualidad legionaria; y no se logrará que funcione la Legión como es debido, si esa espiritualidad no va vinculada al trabajo activo tan íntimamente que sea su móvil y su alma; en otras palabras: la espiritualidad tiene que animar todo el trabajo, como el alma anima al cuerpo. b) Las cualidades que deben poseer los legionarios, y la manera de desarrollarlas. c) El sistema ordenado de la Legión, incluso el modo de dirigir las juntas; y la cuestión importantísima de los informes de los socios, es decir, la manera de darlos y de comentarlos. d) Las obras legionarias, juntamente con el mejoramiento de los métodos; y el proyectar obras nuevas, con las cuales pueda la Legión alcanzar a todos los hombres. Entre los actos del congreso debe haber un discurso -dado por algún director espiritual o por un legionario capacitado- sobre algún aspecto de la espiritualidad, los ideales o los deberes de la Legión. Cada sesión debe comenzar y terminar con una oración. Las oraciones legionarias darán material suficiente para tres de estas ocasiones. La puntualidad y el buen orden son de precepto absoluto; de otra manera todo se malogra. Entre los diversos congresos que se celebren en una misma zona tiene que haber cierta variedad. Primero, porque en un solo congreso no se puede tratar más que un número limitado de temas, pero a lo largo de varios años se puede llegar a mucho. Segundo, porque, a todo trance, hay que evitar la sensación de estancamiento; por consiguiente, hay que variar por variar. Y tercero; es verdad que el feliz éxito de un congreso deja el deseo de repetirlo con el mismo tema; pero conviene tener en cuenta que el éxito feliz fue debido -en gran parte al menos- a la novedad del tema, y eso ya no se repite. Si se quiere contar con la novedad como elemento de estímulo en cada congreso nuevo que se celebre, es preciso prepararlo de antemano con mucho ingenio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey admin, very informative blog post! Pleasee continue this awesome work..

Anónimo dijo...

Que página tan bella y llena de tantas bendiciones para los lectores. Que la virgencita los sigua iluminando en su camino hacia la santidad.